Mercedes Rodríguez es oriunda de Coronado, su relación con el fútbol inició desde que tiene memoria, pero oficialmente entró a una escuela de fútbol de Deportivo Saprissa cuando tenía 10 años. 

Su carrera es la mejor exposición de una historia de esfuerzo y amor por lo que se hace, pero también es el resultado de decisiones duras y de momentos en los hay que dejar ir lo que más amas. 

Mercedes pasó por equipos como la U-15 de Arenal, la U-17 de San José, jugó en Primera División con el Deportivo Saprissa y finalmente cuando entró a la Universidad de Costa Rica, ingresó al Club de Fútbol. Los estudios y el compromiso adquirido con la UCR, pero sobre todo el cansancio físico y estar “a medias” con el equipo, la llevó a renunciar al fútbol de la primera categoría dejando el Saprissa. 

Entrevista: 
-¿Cómo es ser estudiante y atleta a la vez en la UCR?
R/ A veces es un poco difícil porque uno tiene que combinar las clases con el entrenamientos, acomodar los horarios, acomodarse para poder estudiar y estar asistiendo a los entrenamientos, entonces creo que en gran parte es responsabilidad de uno como persona, porque también uno quiere estar con los amigos y la familia, entonces es un compromiso que uno tiene que tener para poder llevar el estudio con el fútbol. 

-¿Cuáles consideras que son los principales aportes que te ha regalado tu carrera deportiva? 
R/ Creo que lo que es el fútbol, como estoy estudiando Ciencias del Movimiento Humano, se relaciona mucho, uno llega a conocer ese ámbito en el que va a trabajar más adelante e incluso, el fútbol me ha abierto puertas, porque en cierto modo el deporte también me da la oportunidad de estudiar y de conocer cómo se trabaja un poco la actividad y la preparación física de cada atleta. 

-¿Cómo te estás preparado para estos JUNCOS 2017?
R/ Primero, la preparación física es fundamental porque se tiene que estar en un muy buen nivel, si no se tiene un tope físico no va a poder aguantar 90 minutos o más en un partido, pero ligado a esto también está la parte táctica, saber cómo se tiene que movilizar dentro del terreno de juego, esto es precisamente lo que estamos afinando en este momento para salir adelante con el reto que se avecina. 

-¿Cuáles consideras que son los elementos claves para ser exitoso en la parte académica y en la parte deportiva?
R/ El compromiso es fundamental, tanto con los cursos como con el equipo. La responsabilidad, cumplir con la asistencia en ambos espacios. Hay que ser muy ordenado y no ser tan tico de dejar las cosas para lo último. De hecho, más bien lo que se tiene que hacer es adelantar siempre todo el trabajo que se pueda para tener tiempo para entrenar. 

La disciplina es esencial, yo falto a los entrenamientos o incluso estando en ellos, si no hay una actitud disciplinada no me van a poner a jugar, lo mismo sucede con los cursos, ni para “ampli” va a alcanzar, jamás es esta la idea. Lo importante es lograr un equilibrio para complementar las dos cosas, porque el fútbol a uno le encanta, es una pasión, pero a los estudios hay que aplicarles el mismo sentimiento. 

-¿Qué consideras que le aporta el fútbol como deporte a los juegos universitarios?
R/ El fútbol por sí sólo creo que es una disciplina que a todo mundo le gusta, o aunque una persona no le gusta, sabe que existe el fútbol. Es como un deporte que está establecido en la cultura de muchos. Incluso eso le puede interesar a los estudiantes que vienen entrando a la U, que ven que la U tiene un equipo entonces ya tienen el sentimiento de ingresar a la U para jugar en el equipo. 

-¿Qué significa para Mercedes representar a la UCR en estos JUNCOS 2017?
R/ Es un gran alegría, es un sentimiento inexplicable, tuve la oportunidad de participar en los JUNCOS pasados pero esta vez es completamente distinto, porque lo está organizando la UCR, es como una gran fiesta, es algo que uno no se puede explicar, vamos a jugar en casa entonces es mayor el compromiso y la responsabilidad de hacer un muy buen papel. 

-¿Qué es lo que más agradeces del entrenamiento diario y de fútbol en general?
R/ Yo creo que es el cariño y la familia que se forma en equipo. Desde que yo empecé a jugar con la U, en el año 2013, he tenido distintas compañeras y cada una de ellas, entre las más viejas, le enseñaron a uno que el equipo es una familia, entonces ya uno ve a las compañeras como hermanas, que uno las tiene que acuerpar, respetar, entonces no es que yo digo: “a sí ella es mi compañera de equipo”, sino más bien es “ella es parte de mi familia”. 

-¿Desde cuándo empezaste a practicar el fútbol?
R/ Llevo ya varios años jugando, 10 años más o menos. Yo empecé en una escuelita de fútbol de Saprissa, ya después estuve en la U-15 con Arenal y en la U-17 con San José, tuve la oportunidad de jugar en Primera División con Saprissa e incluso tuve varios llamados a la Selección Nacional. En el 2013 ingresé acá a la UCR, fuí a hacer las pruebas para ingresar a equipo y desde ahí soy celeste.

-¿En algún momento has sentido que no podés más?
R/ Sí claro, hubo un momento en el que yo dije que ya no podía seguir con el fútbol, porque era demasiada carga lo que estaba llevando, porque estaba con la U, entrenaba con Saprissa. Entonces era venir a clases, estudiar, hacer los trabajos, entrenar con Saprissa, venir a entrenar con la U, también en la familia ya se comienzan a incomodar porque ya me decían que no tengo tiempo para nada, entonces llegué como a un punto en el que era tanto que sentía que ya no podía, entonces tomé la decisión de salirme de Saprissa, hablé con el profe y le dije que no podía más porque estaba a medias y a mí no me gustan las cosas a medias, entonces decidí quedarme sólo con la U, el fútbol de Alto Rendimiento lo dejé, esperé dos meses y me metí a Segunda División porque mentira que uno puede dejar de jugar fútbol, es algo que me gusta tanto que no se puede dejar.

-¿Por qué vale tanto la pena todo lo que haces por el deporte?
R/ Creo que en cierta parte la UCR le ayuda a uno mucho con el estudio, creo que el esfuerzo que he puesto en el fútbol, me ha ayudado a crecer como persona, a crecer futbolísticamente. También el fútbol te regala una familia y eso a la vez te da una gran cantidad de aprendizajes.

Uno está haciendo algo que le encanta y que lo hace desarrollarse como persona.